lunes, 3 de octubre de 2011

Beneficios psicológicos de las TERAPIAS ASISTIDAS POR ANIMALES.

Al emplear perros para llevar a cabo la terapia asistida con animales, podemos apreciar numerosos beneficios psicológicos. Si bien son difíciles de medir, hay incontables estudios en que hay evidencia de efectos positivos como consecuencia del contacto con perros.

  • Orientación en la realidad

    Los perros llaman la atención y por este motivo, con frecuencia, se utilizan en publicidad y películas. En el caso de personas desorientadas – por ejemplo, personas que padecen la enfermedad de Alzheimer – los perros sirven como elemento de contacto con la realidad, (Davis, 2002).

  • Punto focal para trastornos por déficit de atención

    Una de las dificultades más notables en niños con trastorno por déficit de atención, es la imposibilidad de concentrarse. Los perros sirven como punto de interés. En la medida en que un niño afectado pueda prestar atención a un perro por períodos de tiempo cada vez más largos, podrá generalizar la capacidad de concentración que va adquiriendo a otras áreas de su vida, (Davis, 2002).

  • Mejorar el estado de ánimo

    En toda la literatura relacionada con la terapia asistida con animales, hay testimonios de los efectos positivos sobre el estado de ánimo tanto de usuarios como del personal de las diferentes instituciones.

    En Portugal se han realizado estudios rigurosos en que consta una mejoría notable sobre el estado de ánimo en ancianos en una residencia, (M. Lima, comunicación personal).

  • Antídoto para la depresión

    Los perros de terapia ayudan a superar la depresión y las visitas a instituciones sirven para combatir la monotonía, (Davis, 2002).

  • Colaboración

    Se produce una mayor colaboración entre los usuarios y el personal de las instituciones cuando hay un perro presente. Por otro lado, la forma benevolente en que un guía trata a su perro, sirve de ejemplo para el personal – incluso en los momentos más difíciles (Davis, 2002).

  • Estímulo social

    Los perros fomentan el contacto social; sirven de tema de conversación y facilitan las relaciones interpersonales, (Davis, 2002).

  • Necesidad de contacto físico

    Los perros de terapia satisfacen la necesidad universal de los seres humanos para el contacto físico. En muchas ocasiones, las personas inhibidas que rehúyen del contacto físico con seres humanos, con gusto se acercan a los perros para acariciarlos.

  • Incentivo

    Los perros sirven como motivación para las distintas modalidades de tratamiento. Un niño con parálisis cerebral que debe realizar ejercicios físicos de rehabilitación, los hace encantado cuando participa un perro.

  • Salirse de uno mismo

    Los individuos que padecen enfermedades mentales o baja autoestima tienden a centrarse en sí mismos. Las interacciones con perros les pueden ayudar a centrarse más en su entorno. Más que pensar y hablar sobre sí mismos y sus problemas, pueden mirar a los perros y hablar acerca de los animales, (Tucker, 2004).

  • Algo con qué ilusionarse

    Los usuarios en todas las instituciones esperan con ilusión las visitas de los perros.

  • Apoyo al personal de las instituciones

    Cuando hay una actitud de colaboración del equipo perro-guía con el personal de las instituciones, genera un ambiente positivo para los usuarios. (Davis, 2002).

  • Empatía

    Existen estudios que demuestran que los niños de hogares donde hay mascotas en que la mascota es considerado uno más de la familia, los niños desarrollan una mayor capacidad de empatía, (Tucker, 2004). Entendemos que esto es igualemente aplicable en las instituciones, y de vital importancia, especialmente cuando se trata de adolescentes de riesgo.

  • Promover el crecimiento y desarrollo de un ser vivo

    Muchos niños y adolescentes de riesgo no han aprendido esta capacidad en sus familias de origen. Cuidar a un perro y observar cómo se desarrolla es un refuerzo potente para la autoestima.

  • Vínculo

    Nos referimos a una relación de confianza mutua o a un sentimiento de conexión o compenetración. Los perros pueden abrir una vía de comunicación emocionalmente seguro entre el perro y el usuario.

  • Aceptación

    Los perros aceptan a las personas incondicionalmente. No importa el aspecto físico; no importa la raza; no importa la historia propia. Muchos niños y adolescentes de riesgo se han sentido rechazados y la aceptación por parte de los perros les supone una validación personal.

  • Entretenimiento

    Es divertido ver qué cosas puede hacer un perro. Incluso las personas a las que no les gustan los perros pueden disfrutar viéndolos.

  • Estímulo mental

    Se produce una mayor estimulación mental como consecuencia de las oportunidades que los animales proporcionan para comunicar con otras personas, evocando recuerdos del pasado, y como entretenimiento. En situaciones tristes, la presencia de un animal sirve para alegrar el ambiente, aumentar la diversión, la risa y el juego. Estas distracciones positivas pueden ayudar a disminuir las sensaciones de aislamiento, (Tucker, 2004).

Extraido de TERAPIACONPERROS.COM

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