miércoles, 24 de agosto de 2011

PERROS DE ASISTENCIA

PERROS DE ASISTENCIA publicado por Raúl Lizana Sánchez, 2004

El perro de asistencia aún esta poco difundido en España, aunque la labor que puede llegar a realizar es excepcional.

Este tipo de adiestramiento es complejo, por los ejercicios que el perro debe realizar, pero a la vez sencillo por la gran voluntad de complacer que tiene el perro.

La raza que a mi parecer mejor resultado nos puede dar es el labrador retriever, ya que es un perro que en el hogar es tranquilo, pero si necesitamos que se active para realizar alguna ayuda lo hace, tiene una gran voluntad de complacer al dueño, es un perro muy sociable y adaptable. Estas son alguna de sus muchas virtudes. Lo único que nos puede dar algún quebradero de cabeza es que son unos glotoncillos, y si no se hace una buena educación y un buen adiestramiento pueden ser un poco basurillas.

Antes de iniciar el adiestramiento del cachorro hay que realizar una correcta educación, ya que este se verá sometido a lo largo de su vida a una serie de situaciones que deberá afrontar con total naturalidad, como pueden ser ruidos fuertes y repentinos, gran cantidad de gente a su alrededor, pisar por superficies desagradables al tacto, etc.

Para ello realizaremos en una edad temprana una buena socialización, sometiendo al cachorro a este tipo de situaciones en un ambiente controlado para evitar posibles traumas en el futuro.

No solo hay que socializar al cachorro con situaciones de la vida diaria, si el cachorro va a ir dirigido a una persona que se mueva en silla de ruedas deberemos presentarle la silla de ruedas, para que lo vea como un objeto cotidiano y normal. Para ello es conveniente dar paseos con el cachorro y la silla de ruedas, sin que en ningún momento el cachorro se vea intimidado por la presencia de esta.

Tras una buena socialización es fundamental una buena obediencia básica, será el pilar del adiestramiento como perro de asistencia.

Los ejercicios que se enseñan a uno perro de asistencia son muchos y muy variados en función de las necesidades del usuario pero los más comunes son:

  • El cobro. Un ejercicio fácil para los labradores y que si se hace bien aportará una gran ayuda al usuario que reciba el perro. Aunque haya gente que no este de acuerdo conmigo, yo suelo dar a probar a los cachorros los objetos metálicos muy pronto. Si observamos a los cachorros lo muerden todo, sin importarles su textura y yo aprovecho esto para premiarles si me traen un objeto metálico. Aunque donde mayor hincapié hago en principio es con objetos de un volumen grande, como puede ser un dummy, para evitar el mordisqueo mientras portan el objeto. En el futuro deberá portar cualquier objeto sin importar tamaño, forma, peso o textura.

    El labrador por instinto natural va a querer portar y traernos un objeto que le lancemos, así que solo tendremos que ir guiando al perro a que lo haga a la orden . Las primeras veces que nos traiga el objeto lanzado no se lo quitaremos de la boca, le acariciaremos y premiaremos con la voz, para que confíe en nosotros y no se escape con el objeto en la boca. Poco a poco le iremos pidiendo que nos lo suelte hasta llegar a conseguir una buena recogida.
  • El encendido y apagado de luces. Para este ejercicio primero deberemos haber enseñado al cachorro el targeting (hacer diana en un objeto, en este caso haremos que el cachorro haga diana con el morro o las patas).

    Para este ejercicio hay múltiples maneras de hacerlo, pero vamos a explicar la forma en la que usaremos un puntero.

    Primero enseñaremos al perro a tocar el puntero, para luego por aproximaciones sucesivas ir guiándole mediante el puntero hacia la llave de la luz. Es muy importante ir premiando todas y cada una de las aproximaciones para que al perro le quede claro lo que queremos que haga. En el momento en el que el perro por iniciativa propia se dirija a encender o apagar la luz será el momento de introducir el comando "luz".
  • Apertura y cierre de puertas. Primero enseñaremos al perro a coger un mordedor y tirar de el. Esto nos servirá para poner el mordedor en el tirador de la puerta y que el perro pueda así abrirla. Una vez que el perro sepa tirar del mordedor cogido de nuestras manos, lo colgaremos y guiaremos al perro hasta el, para que tire. Iremos premiando al perro según vaya aumentando la fuerza que hace, hasta que consigamos que abra la puerta. Para este ejercicio deberemos colgar el mordedor a una altura desde la que el perro pueda hacer la fuerza suficiente para que abra.

    Para que cierre la puerta lo haremos con el targeting mencionado anteriormente, de forma que consigamos que el perro toque con el morro o las patas la puerta y la empuje hasta que se cierre completamente.
  • Tiro de la silla de ruedas. Para ello en los paseos crearemos una cierta tensión en la correa para que el perro vaya entendiendo la acción de tirar. El tiro de la silla debe ser constante y progresivo. Para conseguirlo hay varios métodos. Uno de ellos es ir premiando al perro al final de cada tirón, con comida. La distancia en principio será corta, hasta que se consolide el entrenamiento. Para este ejercicio el usuario deberá tener cierta destreza en las extremidades superiores, y es conveniente disponer de una silla de ruedas que disponga de un timón que nos permita dirigirla con menor esfuerzo, ya que el tiro del perro es transversal.
  • Sacar y guardar objetos en cajones. Para este ejercicio colocaremos una mordedor similar al colocado en el picaporte de la puerta para el ejercicio de apertura, así el perro sabrá que tiene que tirar del mismo para abrir el cajón. Una vez que sabe abrir el cajón, le ofreceremos el objeto que queremos que guarde para que lo coja y lo porte hasta el cajón donde queremos que lo deposite y le diremos que lo suelte. Para que el perro cierre el cajón haremos lo mismo que con el ejercicio de cerrar una puerta.

    Para que el perro saque un objeto de un cajón, le mandaremos que lo abra, y le enseñaremos a discriminar entre todos los objetos que se puedan encontrar en el cajón, dándole a cada objeto su nombre. Este ejercicio es muy laborioso y requiere de mucha paciencia, hasta que el perro consigue discriminarlos. Y una vez que ha recogido el objeto que le hemos mandado y no lo ha traído le mandaremos que cierre el cajón.

Estos ejercicios son para perros de silla, pero también se pueden entrenar perros para sordos, los cuales hacen de oídos del usuario. Se les enseña a que si por ejemplo suena el teléfono el perro llevará al usuario hasta el teléfono, o la fuente de sonido que este sonando en ese momento.

Se les pueden enseñar varios sonidos para que avisen, como son:

    Teléfono

  • Timbre de la puerta
  • Horno
  • Alarma de incendios
  • Despertador
  • Y alguno más.

Estos son algunos de los ejercicios que el perro puede realizar. Pero el ejercicio que a mi me parece más importante es el de favorecer la integración del discapacitado al que va a ayudar.

La ayuda sicológica que el perro puede aportar es importantísima. El perro debe salir a dar sus paseos y claro el usuario debe sacarle. Y cuando paseas un labrador por la calle es imposible que alguien no te pare para acariciarlo, a la vez que esa persona entabla conversación con el usuario, haciendo que se sienta orgulloso de su perro y fomente su autoestima y motivación por salir, pasear, hablar con la gente, etc.

Yo como usuario de silla de ruedas puedo decir que el hecho de sacar al perro a pasear, ver como corre y juega con otros perros, como viene corriendo cuando le llamas, o como te trae la pelota cuando juegas con el, es algo muy gratificante. Es como si la sensación de libertad que siente el perro en sus momentos de juego te las transmitiese a ti.


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